Después de dar parte a nuestra compañía aseguradora, lo primero que vamos a recibir es la llamada de un abogado o gestor.
En esta primera llamada, las compañías nos ofrecerán una solución amistosa a través de sus abogados.
Los Abogados de la compañía
Es lógico que los “abogados de compañía” van a defender los intereses de quien les contrata, es decir, la propia compañía aseguradora. Por ello, lo mejor es contactar con un abogado particular para asegurar que va a proteger nuestros intereses. De esta manera, el abogado particular podrá reclamar la indemnización que realmente nos corresponda.
Cuando nuestras lesiones se hayan curado, el abogado reclamará a la compañía la indemnización que nos corresponda según nuestras lesiones y secuelas.
Según los días que hayamos estado de baja, la indemnización será superior o inferior.
Vía judicial
Si la oferta que nos realiza la compañía aseguradora no se aproxima a la indemnización que nos corresponde, el abogado debe hacer valer nuestros derechos. Si la compañía no modificase su posición, nos veremos obligados de acudir a la vía judicial en defensa de nuestros intereses.
Para decidir si acudir a la vía judicial es imprescindible contar con el asesoramiento de un abogado especialista en accidentes de tráfico.
Nuestros abogados están especializados en esta materia y saben perfectamente cómo obtener las mejores indemnizaciones por nuestras lesiones.
Por último, es importante saber, que la gran mayoría de pólizas de seguros tienen incluida la defensa jurídica por un abogado particular. De este modo, no tendremos que abonar los costes de contratar a dicho profesional.
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